Comisiones Obreras de la Región de Murcia | 26 abril 2024.

1 DE MAYO 2024

Murcia alcanza una diferencia de 228 euros menos de media con respecto al resto de España, respecto al coste salarial.

    Ante la caída del poder adquisitivo, la negociación colectiva deberá ser utilizada con el objetivo de relanzar el consumo.

    La industria es el único sector que incrementa su coste laboral total este trimestre. La Construcción registra la mayor bajada y los Servicios destacan por el aumento de otros costes, en especial, las indemnizaciones por despido.

    17/06/2017.

    Mientras que a nivel estatal el coste laboral no produce ninguna variación con respecto al mismo periodo del 2016, la baja proporción de empleos cualificados ocasiona que Murcia sea la segunda Comunidad Autónoma donde se registra el mayor descenso del coste laboral, con un 2.9%.

    Respecto al coste salarial, Murcia alcanza una diferencia de 228 euros menos de media con respecto al resto de España.

    La industria es el único sector que incrementa su coste laboral total este trimestre. La Construcción registra la mayor bajada y los Servicios destacan por el aumento de otros costes, en especial, las indemnizaciones por despido.

    La gran mayoría del trabajo que se ofrece es de baja cualificación, en donde la evolución de la productividad y el aumento de la jornada laboral no ocasionan los repartos adecuados entre el capital y el trabajo. Asimismo, la alta temporalidad contractual hace que se creen empleos con la misma facilidad con la que se destruyen. Todo esto ocasiona una pobre inserción social.

    Esto provoca que en Murcia se desacelere aún más el consumo privado, ocasionando disminuciones en la cartera de pedidos de las empresas y, por lo tanto, se genera paro por encima de la media junto a una mayor destrucción de empleo. La reforma laboral ha ocasionado un mayor empobrecimiento, no sólo desde la perspectiva del incremento de paro, sino de las condiciones de trabajo de los que todavía trabajan.

    Desde CC.OO. Murcia seguimos demandando una política socioeconómica dirigida a estimular un cambio de modelo productivo, donde se le dé protagonismo a los sectores industriales y tecnológicos para poder superar la temporalidad y baja calidad de las contrataciones que marcan nuestro mercado laboral.