Comisiones Obreras de la Región de Murcia | 23 abril 2024.

1 DE MAYO 2024

28 de mayo DÍA INTERNACIONAL DE ACCIÓN POR LA SALUD DE LAS MUJERES

Hoy más que nunca, igualdad en la salud

    Desde CCOO de la Región de Murcia apostamos por una visión integral de la igualdad entre las mujeres y los hombres, por eso nos sumamos a la reivindicación de la importancia de la perspectiva de género en la salud como garantía para la consecución de una vida saludable personal, laboral, familiar y social.

    27/05/2020.
    28M Día Internacional de Acción por la salud de las mujeres

    28M Día Internacional de Acción por la salud de las mujeres

    Los sesgos de género y el androcentrismo se manifiestan de forma habitual en la investigación en salud y en la atención sanitaria, por lo que las mujeres son excluidas de los estudios clínicos, lo que provoca una grave omisión del género en la salud pública. Recoger, analizar y presentar los datos desagregados por sexo para realizar un marco completo de análisis inclusivo constituye una práctica necesaria para una investigación en salud con calidad científica. En relación a la atención sanitaria específica para las mujeres, aun teniendo en cuenta la tremenda emergencia sanitaria que sufrimos, el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos no debe ser limitado, porque repercute de forma negativa en la salud de las mujeres y no aporta ningún beneficio público.

    En el mundo del trabajo, las políticas de prevención de riesgos laborales tampoco suelen adoptar una perspectiva de género, es decir, no tienen en cuenta las características físicas y psicosociales de las mujeres y de los hombres en la adopción de normas, procedimientos e instrucciones de seguridad para las plantillas trabajadoras. Las evaluaciones de riesgos laborales deberían de adecuarse a las condiciones de trabajo particulares, como aquellas que tienen que ver con sectores altamente feminizados. En nuestra región podríamos destacar el trabajo que realizan miles de mujeres como camareras de piso en el sector de hostelería. Estas trabajadoras sufren cargas de trabajo desmedidas y una presión brutal en los tiempos de realización, por lo que aumentan el ritmo de trabajo, lo que les impide cumplir con las especificaciones de prevención y ergonomía. Las trabajadoras de los sectores más precarizados sufren a menudo síntomas de estrés, ansiedad, insomnio y dolor muscular lo que les lleva a consumir fármacos y psicofármacos para paliar los efectos perniciosos sobre su salud física y/o mental causados por las tremendas exigencias laborales. Por ello es muy importante que se ejerza desde el ámbito sanitario una buena vigilancia de la salud con perspectiva de género y procurar en la atención primaria el conocimiento de las condiciones laborales y el origen de las lesiones de los sectores feminizados y precarizados. Es fundamental para que los problemas de salud ocasionados por el exceso de trabajo sean reconocidos como tales y no como una enfermedad común en la vida de las trabajadoras.

    La precariedad laboral representada por la contratación flexible, temporal y a tiempo parcial, sumada a la responsabilidad de los cuidados y el hogar suponen una triple jornada para las mujeres, lo cual aumenta su vulnerabilidad y los riesgos psicosociales. La aun frecuente falta de corresponsabilidad es otro factor de deterioro para la salud de las mujeres. Muchas de ellas renuncian a sus propias horas de descanso para poder enfrentarse de forma cotidiana a una actividad desmedida. Hay otro dato importante en la región de Murcia que merece una lectura detenida: se ha comprobado un aumento de los accidentes in itinere en las mujeres, siendo además superior en número al de los hombres. Está relacionado con el riesgo de doble presencia que las mujeres sufren y por su mayor presencia en sectores precarizados, que las hacen dividir su jornada de trabajo en distintos centros de trabajo o en turnos partidos, lo que aumenta los trayectos y por tanto el riesgo de sufrir accidentes in itinere.

    En el ámbito laboral, los estragos en la salud de las mujeres ocasionados por el acoso sexual y por razón de sexo tampoco pueden obviarse y al contrario deben vigilarse aún más porque podrían agudizarse durante la pandemia. Combatir las violencias machistas también es salud, por ello debe prestarse una mayor atención y protección a las víctimas de violencia de género, cuyo número en la región de Murcia ha aumentado durante el confinamiento en un 15% más de casos activos, y en más de un 110% en dispositivos activos de control de agresores.

    Trabajar con dignidad y salud es un objetivo integral e irrenunciable para las mujeres. Pero además de acabar con la precariedad laboral, es necesario integrar una perspectiva de género en la salud, en el marco de las relaciones laborales y por supuesto en la sociedad, reconociendo la valía del trabajo de las mujeres, y generando corresponsabilidad para que las mujeres no enfrenten solas la doble presencia y la triple jornada laboral.

    ¡Igualdad también es salud!